Opino que es nuestra misión como docentes trabajar en el aula y proporcionar a nuestros alumnos herramientas capaces de hacer desaparecer estos sucesos. Son demasiados los casos que nos hemos encontrado en los informativos sobre niños que han decidido terminar con sus vidas debido al acoso al que estaban sometidos en sus centros educativos.
Existen muchos tipos de acoso y agresiones, no sólo físicas. Por ello, debemos actúar a través de la educación para terminar con esta lacra que afecta, por desgracia, a muchos de nuestros alumnos. Aunque también debemos recordar que esta tarea no empieza y acaba en los centros educativos. La educación de un niño debe empezar, del mismo modo, en sus hogares y es cuando, a través de la colaboración entre padres y profesores, podremos zanjar estos problemas.
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